martes, 4 de agosto de 2015

Ángel o demonio

Publicado en Diario de Mallorca el 2/8/15


GHADI

Nacionalidad: Líbano, 95 min. Director: Amin Dora. Actores: Georges Khabbaz, Lara Matar, Calificación: ****1/2

Ghadi narra la vida de un barrio cristiano en Líbano. Las casas bajas forman una comunidad de vecinos horizontal, con la (falta de) intimidad global y los (pequeños) vicios particulares previsibles. El protagonista (Khabbaz, guionista también) es un profesor de música. Cuando su tercer vástago nace con síndrome de Down (Khairallah), la vida del barrio se revoluciona, y le exigen que lo interne en un centro específico. 

Tras un primer acto muy costumbrista, con mucha voz en off, el segundo se dispara con una trama que firmarían Berlanga o Marco Ferreri en su época más incisiva; el tercero retorna a la senda inicial. Aunque en clave de comedia, la película plantea la gravedad del problema: En comunidades pequeñas y con un desarrollo cultural diferente a las occidentales las anomalías físicas o psíquicas se tratan como estigmas. Trasluce (en este caso) que, más que hartazgo por los berridos del niño, hay un miedo atávico al contagio, egoísmo, incapacidad, a pesar del fervor religioso, de aceptar fallos de la diosa naturaleza. Los vecinos saben que un internado para discapacitados será una cárcel para el chico, y aun así insisten. Demonizar al desamparado es lo más fácil para ellos. Y a la vez, por esa misma pereza e incultura, son fáciles de manipular. El niño, siendo el personaje pivotal, tiene una presencia escasa. Tampoco hace falta mostrarlo más. Khabbaz y el director Dora pisan, es cierto, el cómodo pasto del costumbrismo, sin apenas riesgos en la ambientación, puesta en escena o banda sonora. Pero el planteamiento y el tono soportan toda la película, subrayando bien la injusticia del tema, con un zarpazo de originalidad y muchísima ternura.

jueves, 23 de julio de 2015

Por tierra, mar y celuloide

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 23/7/15



CINE DE VIAJES

La literatura de viajes, tanto en ficción como ensayos, es un género consolidado. En el séptimo arte es más secundario y difuso. Aún así tiene hitos importantes, con historias muy variadas que merecen ser descubiertas o vistas de nuevo.

“Viajar es una ilusión. Nunca se llega.” La frase, de Rafael Sanchez Ferlosio, me viene a la memoria cada vez que empaqueto ropa en una maleta. Otro, no recuerdo el autor, sostenía que todas las obras de ficción arrancan con alguien llegando o partiendo.

El cine de viajes muestra periplos reales e imaginados voluntarios y forzosos, placenteros, terapéuticos, o dramáticos, determinados o despendolados. El género como tal es entre inexistente y difuso. La subsiguiente selección de filmes es personal, subjetiva, variada, razonada y desordenada. 

Viaje a Darjeeling (Wes Anderson, 2007). Se acusa a Anderson de ser epatante por fuera y poroso por dentro. No lo comparto. Bajo la sombrilla del personalísimo estilo del director esta película trata de tres hermanos adultos en busca de una madre ausente, renuente y al final madre, como tenía que ser. 

Antes del amanecer (Richard Linklater, 1995). Con un bono para viajar por toda Europa en tren durante meses, dos jóvenes, una francesa y un americano, tienen un fugaz romance en Viena que dura lo que el arco de la luna. Película entrañable, sencilla, mágica casi.

Alma salvaje (Jean-Marc Vallee, 2014). La historia real, ocurrida en 1995 de una chica que troca una senda (metafórica) de autodestrucción por una (física) de 2500 kms que recorre la costa oeste estadounidense de sur a norte. Impecable adaptación del ensayo y gran actuación de Reese Whiterspoon. 

Easy rider (Dennis Hopper, 1969). Mítica road movie. Dos hippies (Hopper y Peter Fonda), venden una partida de droga, se suben a sus Harleys y viajan desde Los Angeles a Nueva Orleans. La película muestra que el fenómeno hippie era mucho más limitado, estaba menos arraigado de lo que glosaban los medios de comunicación. El trágico final es premonitorio del fin del flower power.

Entre copas (Alexander Payne, 2004). Esta película puso en órbita a Payne (Los descendientes, Nebraska) y al actor Paul Giamatti. Dos amigos se escapan unos días por los viñedos californianos, uno simpático y neurótico; el otro un discreto pichabrava. Visualmente se nota el limitado presupuesto, aunque mantiene gracia y encanto. 

Hacia rutas salvajes (Sean Penn, 2007). Sean Penn adapta con arte el acongojante ensayo de Jon Krakauer. La historia real de un joven idealista que tras dar tumbos por el país se obsesionó con vivir solo en y de la naturaleza, con desafortunado y triste final.

Priscilla, reina del desierto (Stephen Elliott, 1994). Dos drag queens y un transexual se lanzan en un autobús de segunda mano por el desierto australiano. Curiosa, divertida, animosa y abierta de miras road movie. 

Thelma y Louise (Ridley Scott, 1991). Scott  arrancó con tanto poderío (Los duelistas, Alien, Blade Runner) que no fue capaz de remontar –a nivel de calidad y profundidad- el bache posterior. Thelma y Louise no alcanza las cotas de las obras anteriores pero el oficio del director, la originalidad del guion –road movie  feminista- y las actuaciones (Geena Davis Susan Sarandon y un imberbe Brad Pitt) resisten el paso del tiempo. 

Y tu mamá también (Alfonso Cuarón, 2001). Otra buena road movie, esta latina. Dos amigos (pipiolos también Diego Luna y Gaël Garcia-Bernal) y una mujer algo mayor (Maribel Verdú) viajan por Méjico y hacen un master en amistad, sexo, baches y subidones de la vida. Emotiva y muy creíble.

La reina de África. (John Huston, 1951). Es una viaje forzoso, por las puñetas de la guerra, y delicioso cortesía del guión de James Agee, la dirección de Huston y la química entre Bogart y Hepburn. Una de esas películas que se pueden mil veces sin soltar medio bostezo.

Lost in translation. (Sofia Coppola, 2003). Las desventuras de un yanqui (Bill Murray) en la capital nipona y sus escarceos con la bella Scarlett Johansson no provocan carcajadas pero dejan un cosquilleo en la tripa y las neuronas.

Quedan muchas películas en el banquillo y suelto un puñado de corrido: El viaje a ninguna parte de Fernán Gómez, El camino de Emilio Estévez, La playa, Come, reza, ama, Diarios de la motocicleta, El hombre que pudo reinar - Huston cómo no-, Pequeña Miss Sunshine o las adaptaciones de On the road o Miedo y asco en Las Vegas. Gusten más o menos, todas garantizan evasión, sonrisas o lágrimas sin moverse de casa.

martes, 21 de julio de 2015

Desmontando a Riley

Pulicado en Diario de Mallorca el 20/7/15


DEL REVES

Nacionalidad: Estadods Unido, 94 min. Director: Peter Docter, Ronnie Del Carmen. Actores: (Animación)
Calificación: ****

Pixar ha vuelto. Buena noticia desde su fusión con Disney y el deceso de Steve Jobs, consejero aúlico que, es evidente, tuvo gran influencia en el big bang de la productora de animación (Toy Story, Buscando a Nemo, Monstruos SA, Wall E). Desaparecido en la retaguardia administrativa John Lasseter, Pete Docter, uno de sus escuderos, se ha dado un bofetón en la cara y un taconazo de espuela a sus neuronas.

La historia de Del revés va de psicología y neurología de sillón de orejas. En otro ejemplar ejercicio de '¿Y si...?' inspirado en su propio pasado, Docter entra en el cerebro de Riley, una preadolescente traumatizada por una mudanza inesperada, y nos presenta a los cinco enanitos que desgobiernan su cerebro: Alegría, Tristeza, Miedo, Ira y Asco. Una lideresa hiperactiva frente a cuatro ácratas descabezados. Cuando Alegría y Tristeza pasan, por culpa de un incidente, a la terra incognita del subconsciente, luchan por regresar al puesto de mando. Esa travesía tiene ribetes de épica itinerante, sin las multitudes de Jenofonte pero impecable en el crescendo de obstáculos y sorpresas. Y una lanza más a favor del guionista y los directores: el argumento es muy adulto. No se limitan, v.g. Shrek, a guiños cinéfilos; explayan una lección de psicología totalmente fuera del radar de los peques. Sin embargo atrapan a estos con una traslación visual tipo juegos de Feber, con bolas de colores, torres, abismos; un ritmo sostenido, y personajes secundarios como una especie de gallifante. El único pero, mínimo, que se puede poner al filme es que le falta un punto de chispa, del duende que sí poseen las obras citadas al inicio.

viernes, 17 de julio de 2015

La series de tronos ya no son un juego

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 16/7/15



PRECEDENTES DEL BOOM DE SERIES DE CALIDAD

La ficción televisiva de calidad vive una época dorada. Juego de tronos, Breaking bad, The Wire, Mad men y otras encandilan a la audiencia y a los críticos más exigentes. Su eclosión se debe a una suma de circunstancias favorables, pero tiene precedentes.

Breaking bad con su argumento tan extremo, es una serie que hace una década no hubiera pasado de la fase de guión para un capítulo piloto. The Wire se engloba en un género que sí tiene precedentes televisivos (Canción triste de Hill Street, añoradísima serie) aunque con un trasfondo tan social que posiblemente hubiera logrado rodar el piloto y se hubiera quedado ahí. Juego de tronos partía de una serie de novelas con un éxito -eso pensaban muchos productores- limitado a un club de fans cuantitativamente reducido. Su adaptación al cine era más complicada por el exceso de personajes y tramas. Los Soprano por su parte estaba en tierra de nadie, un mafioso acudiendo al psiquiatra es guión de comedia, y también era dudoso que los espectadores lo aguantaran mucho tiempo.

¿Qué pasó entonces? ¿Por qué, sobre todo en este último lustro, están arrasando este tipo de series? La primera causa es la más evidente y conocida. A finales del siglo XX HBO era una emisora de televisión por satélite con finanzas saneadas. Adquirida por Time Warner, sus ejecutivos decidieron tantear al segmento de audiencia más selecto. Hicieron números y vieron que sumando unas pequeñas ventas internacionales y DVD podían gastarse más en guiones, actores y producción sin obsesionarse por el share televisivo que obtuvieran.

Los Soprano fue un parto de David Chase (previamente hizo Los casos de Rockford y un episodio de Doctor en Alaska) y dio en el clavo. Acertó en el argumento y sobre todo el tono, seria con gotas de comedia, muy verosímil y reparto clavado, Gandolfini, Braco, Falco o la guinda de Steven van Zandt, bajo de Bruce Springsteen. 

Previamente HBO ya estaba teniendo éxito con Sexo en Nueva York. La buena recepción de ambas y otras como Dos metros bajo tierra, animó a los ejecutivos a seguir arriesgando. The wire no obtuvo audiencias sonadas pero si unas críticas excelsas que se tradujeron en atención mediática bienvenida. De los primeros años del siglo XX también destacan las series The Pacific (sobre escaramuzas navales en el Pacífico) y Band of Brothers.

Enrachados, los de HBO dieron luz verde a una saga de literatura fantástica titulada Canción de hielo y fuego, de George R.R. Martin. El boca a boca a tenido más fuerza que la eyección de un violcán. Las peripecias de Tyrion Lannister, Kaleesi o los sufrientes Stark merecen no un artículo aparte sino un especial completo de este suplemento.

A rebufo de HBO se puso AMC. La empresa tiene una extensísima red de cines y tenía un canal de televisión por el que pasaban muchas películas adquiridas. Con una mezcla idéntica de talento olfativo y asunción de riesgos produjeron series de gran notoriedad y variedad temática como Mad men (publicistas en los años 50), The walking dead (zombies en futuro distópico) o Breaking bad (profesor desahuciado prueba suerte como narcotraficante).

Una segunda causa del éxito de estas series ha sido también el avance tecnológico. Muchos hogares tienen ya televisores de 40' mínimo y con una calidad exponencialmente superior. Eso justifica la inversión de las productoras en localizaciones, decorados y atrezo. 

Y una tercera causa está en la videoteca. Esta eclosión, tantas series tan buenas dando tanto que hablar, no es un precámbrico repentino. Décadas atrás cada cierto tiempo emitían lo que se llamaron miniseries. Raíces (1976) sobre la esclavitud en Norteamérica, tuvo sólo ocho episodios y fue vista por casi 100 millones de espectadores. Hombre rico, hombre pobre (1976) adaptó con eficacia y éxito el bestseller de Peter Strauss. Posterior, y una debilidad mía, es la serie inglesa Retorno a Brideshead. Un jovencísimo Jeremy Irons deslumbró a los amantes de la ficción histórica.

Y tomando la tangente, he visto hace poco Berlin Alexanderplatz, de Rainer Fassbinder. Como la televisión era entonces la caja tonta, el teutón la bautizó “Una película en trece episodios y un epílogo”. Es su más larga e indudable obra maestra. Igual de impactante, varias décadas después.

Todo esto lleva a una conclusión simple y evidente. La ficción de calidad no distingue formatos. La separación entre la gran y la pequeña pantalla es cada vez más fina, tanto en el aspecto físico, tecnológico, como en los contenidos. Los espectadores somos los grandes beneficiados.

jueves, 16 de julio de 2015

Viejo y obsoleto

Publicado en Diario de Mallorca el 17/7/15



TERMINATOR - GENESIS

Nacionalidad: Estados Unidos, 126 min. Director: Alan Taylor. Actores: Arnold Schwarzenegger, Jason Clarke, Emilia Clarke, J.K. Simmons
Calificación: *

Schwarzenegger repite en este filme varias veces “Viejo, pero no obsoleto”. El refranero popular tiene muchas entradas sobre presunciones y excusas no reclamadas. El quid de este último Terminator no está en si el actor o el personaje están caducos, sino en la impotencia, o incompetencia, para mantenerlo vivo. Los productores han apostado todos los cuartos en la casilla de los efectos especiales, dejando huérfanas las del talento en dirección, guion y reparto. Una muestra: El cineasta Alan Taylor, tras participar en alabadas series de televisión, dirigió hace dos años Thor, el mundo oscuro. Allí contó con un libreto solvente (basado en los comics de Stan Lee y Jack Kirby) y actores de la talla de Anthony Hopkins, Idris Elba, o Natalie Portman. En Terminator-Genesis el guion se conforma con temas sobadísimos de ciencia ficción como la utilización de bucles espaciotemporales para modificar el presente inmediato, o la existencia de un orwelliano Gran Hermano. De hecho, plantea la anulación completa de nuestra privacidad como una hipótesis futura cuando Edward Snowden ha demostrado que ya es una tesis omnipresente. Igual de vetusto es el tufo militarista de todo el guion; y las tramas personales son más gélidas que el metal de los robots. A nivel de efectos especiales no hay ningún avance destacado, sólo bruñido de anteriores hallazgos. Con los actores basta examinar su currículo previo, limitado a películas o series de acción. Al único realmente bueno, J.K. Simmons (Oscar este año por Whiplash), le han endosado el papel más breve y secundario. Película de mucha acción, escasa emoción y nulo riesgo.

miércoles, 15 de julio de 2015

Nunca es tarde

Publicado en Diario de Mallorca el 15/7/15


APRENDIENDO A CONDUCIR

Nacionalidad: Estados Unidos, 90 min. Director: Isabel Coixet. Actores: Patricia Clarkson, Ben Kingsley, Grace Gummer
Calificación: ***

Isabel Coixet cede a la relajación del creciente cine 'feel good'. Historias sencillas y positivas dirigidas a un público adulto. Femenino sin escaras feministas y con un barniz -acuarela más bien- de integración interétnica. El guión de Aprendiendo a conducir estira un relato breve. La trama y el tema principal son muy sencillos: una mujer de mediana edad (Clarkson) aprende a conducir como tentativa terapia para superar el inesperado plantón de su marido. Su instructor (Kingsley) es un asilado indio de la etnia sij que ayuda a compatriotas suyos ilegales y acepta, por insistencia de su hermana, un matrimonio arreglado. 

La película nada todo el rato en las apacibles aguas del dramedia. La trama del rechazo a los inmigrantes asiáticos carece de la dureza, y por tanto la fuerza, de The visitor. Aún así es mejor que nada. Algo similar ocurre con la guerra de sexos. Tanto el divorcio de la norteamericana como la boda del indio con una desconocida, por evitar maniqueismos acaban limando potenciales dramáticos o cómicos. ¿Qué queda entonces? Una historia agradable, con algunas puntadas cómicas (la primera práctica de circulación, el amante pasajero de ella). Más dos pedazos de actuaciones. Kingsley se come la pantalla con naturalidad y modestia. Va sobrado de recursos, de talento, y los dosifica para no vampirizar la historia o a sus compañeros. Clarkson está algo desatada, en una actuación más propia de teatro, pero aún así el papel le va como anillo al dedo. Y en los créditos técnicos, aunque apenas se aprecie, está la montadora Thelma Schoonmaker, inseparable de Martin Scorsese desde Toro Salvaje.

Val di Zoldo y visto y no visto en Venecia







El valle dolomitico de Zoldo no tiene la espectaculiaridad de la zona de Brenta, o el caché y los monumentos de Cortina d'Ampezzo, pero siguen siendo Dolomitas. O sea, Alpes. O sea, prados, paredones y algunas sendas preciosas. Y Venecia, incluso con 40º y decenas de miles de turistas, es una ciudad que hay que intentar visitar al menos unas horas una vez en la vida.

lunes, 29 de junio de 2015

La puerta de la cocina

Publicado en Diario de Mallorca el 29/6/15



UNA SEGUNDA MADRE

Nacionalidad: Brasil, 114 min. Director: Anna Muylaert. Actores: Regina Casé, Camila Márdila, Michel Joelsas
Calificación: ***1/2

Val (Casé) es una mujer mayor que trabaja interna para una familia adinerada de Sao Paulo. La visita de su hija (Márdila), a la que no ve desde hace una década, trastoca a todos. La puerta de la cocina en esa casa es como la reja que separaba las cubiertas inferiores y superiores del Titanic. La película, con acontecimientos mínimos pero con unos personajes muy reales y matizados, plantea todos los temas asociados al clasismo: el principal, la fragilidad de ese umbral, la difusa línea entre el respeto de un empleado hacia su empleador y el servilismo que, por desgracia, sigue brotando en esos ambientes en casi todo el planeta. Val es tan buenaza e ingenua que no es capaz de apreciar las humillaciones sutiles de su jefa. Su hija es más lúcida y a la vez demasiado irrespetuosa. Una trama también muy bien desarrollada es la relación entre madres e hijos: Val ha sido una madre ausente para su hija y una madre real con el hijo de sus dueños, por pasotismo de ellos. Con la paradoja de que la adolescente madura, se pone las pilas, y el joven con más recursos cede a la sobreprotección y fracasa. Y otra paradoja en el matrimonio rico; él ha heredado muchos bienes y se dedica a un perezoso y estéril ‘far niente’; ella trabaja, es más útil a la sociedad, pero se pavonea sin rubor de su clasismo. Los actores, todos, se meten con naturalidad en sus personajes. La fotografía y la música son aún más discretas, para no restar protagonismo al guion.

martes, 23 de junio de 2015

Mil leches

Publicado en Diario de Mallorca el 22/6/15


WHITE GOD

Nacionalidad: Hungría, 119 min. Director: Cornel Mundruczo. Actores: Zsofia Psotta, Sandor Zsotea, Lili Horvath
Calificación: ****

White god obtuvo el premio Una cierta mirada en el último festival de Cannes y hace honor al galardón. Tiene vínculos con Amores perros de Gonzalez Iñarritu, con una antigua película rusa (no recuerdo el título), en la que un cirujano trasplanta el cerebro de un perro callejero a un político local que acaba de ministro; y otro, muy evidente, con El amanecer del planeta de los simios. 

Al guión de la película húngara le falta finura. Hay una doble trama: El calvario de un mil leches abandonado que acaba liderando un motín contra sus maltratadores, y las desventuras de su dueña, una preadolescente estudiante de música clásica, para localizarlo y devolverle el cariño desbaratado por la intransigencia del progenitor de ella. La trama humana es maniquea: sólo la protagonista respeta a los animales, el resto de personajes (padre, vecina, mafiosos, indigentes, incluso los empleados de la perrera) los odian. Los actores tampoco brillan, la chica sobre todo se muestra algo inexpresiva con un papel perfecto para lucirse. La trama canina es una bajada a los infiernos similar a la película mejicana, con escenas muy explícitas e indigestas; y la gestación de la rebelión está casi calcada del despertar simiesco. Sin embargo el arranque, un flash forward con la chica en bicicleta perseguida por la masiva jauría -274 perros auténticos-; el tercer acto -los perros acosando los espectadores de un concierto con la rapsodia húngara de Liszt-; y la coda en el matadero emulando al flautista de Hamelin, erizan los cabellos. Película incómoda de ver a ratos, y sin novedades reales a nivel temático, pero con esos citados latigazos de cine excelso.

lunes, 15 de junio de 2015

Las tribulaciones de Bathsheba

Publicado en Diario de Mallorca el 15/6/15


LEJOS DEL MUNDANAL RUIDO

Nacionalidad: Reino Unido, 119 min. Director: Thomas Vinterberg.
Actores: Carey Mulligan, Matthias Schonaerts, Michael Sheen, Tom Sturridge
Calificación: ****

Como el fútbol con los entrenadores, el cine debate desde tiempos inmemoriales si el director es un mero aglutinador de especialistas, o un catalizador o reductor del talento de esos profesionales. Las obras clásicas son la mejor prueba del algodón. Thomas Vinterberg, especializado en dramas psicológicos lacerantes (Celebración, La caza) cambia de liga y adapta la novela decimonónica de Thomas Hardy.  

Respecto al buen precedente de John Schlesinger (1967), Vinterberg y su equipo recortan los trajines amorosos entre la bella Bathseba Everdene (Mulligan) y sus tres pretendientes (Schonaerts, Sheen y Sturridge) para reforzar el tema principal de la obra de Hardy, su denuncia de la sociedad victoriana. Si Dickens digitó la desigualdad extrema de las urbes, Hardy anotó que el campo no era tan bucólico como lo pintaban sus palmeros. Se pasaba menos hambre, es cierto, pero el clasismo entre los diversos escalafones de nobles, militares y terratenientes más o menos pudientes era implacable; y la dispersión de la población creaba islotes claustrofóbicos. Bathsheba es una precursora del feminismo, tomando el mando de la finca heredada, y una fémina sujeta, a su pesar, a la tiranía de las feromonas. Su decisión y carisma al frente de la finca y las dudas y bloqueos ante el sexo opuesto prueban la vigencia del texto de Hardy. Las excelentes actuaciones, Mulligan, Schonaert y Sheen en menor medida; la fotografía resaltando la belleza del entorno de Dorset y la sobria banda sonora de Craig Armstrong confirman a Vinterberg como un gran cineasta, no sólo un inteligente provocador. Y recuerda que los clásicos, los buenos, están para refrescarlos y admirarlos.  

martes, 9 de junio de 2015

Buscando a Johnny desesperadamente

Publicado en Diario de Mallorca el 9/6/15



PHOENIX

Nacionalidad: Alemania, 98 min. Director: Christian Petzhold. Actores: Nina Hoss, Ronald Zehrfeld, Nina Kunzendorf
Calificación: ****

En La senda tenebrosa (Delmer Daves, 1947), Bogart se fuga de una prisión y acude a un cirujano plástico para mudar su rostro. Phoenix tiene un arranque similar, aunque con trasfondo más dramático. Una mujer (Hoss), ha sido liberada de un campo de concentración, pero recibió antes un disparo que desfiguró su rostro y obliga a remodelarlo, a su pesar. La película toca varios temas: a) sobrevivir psicológicamente, a un trauma extremo. La protagonista de Phoenix se creó un salvavidas, al amor hacia su marido y se abrazó a él con todas sus energías. b) sobrevivir en una economía de posguerra devastada. ¿Vale todo? ¿Hay que endurecerse, rebajar el listón ético personal para no morir de hambre? Es una opción comprensible; llevada al extremo genera desalmados como el inolvidable Harry Lime de El tercer hombre. c) ¿Se puede perder la cabeza totalmente por amor, hasta el punto de anularse a uno mismo? Hay dos temas secundarios adicionales, el exceso de celo de algunas víctimas del Holocausto o sus familiares contra simpatizantes a secas del régimen nazi. Y, en el lado opuesto, el racismo latente de ciudadanos alemanes contra los judíos incluso tras  conocerse la magnitud del genocidio. La película no acaba de afinar esos asuntos, le cuesta sobre todo remarcar la causa de la obnubilación de la mujer. Sin embargo muestra personajes en una escala de grises muy real, muy humana. Movidos más por sus miserias y traumas que por una racionalidad difícil de aplicar en esa descompresión posbélica. Una correcta ambientación, la notable actuación de Nina Hoss (Barbara) y el acertado final rematan un drama interesante sobre un tema complejo.

lunes, 1 de junio de 2015

A vista de tórtola

Publicado en Diario de Mallorca el 2/6/15



UNA PALOMA SE POSÓ EN UNA RAMA A REFLEXIONAR SOBRE LA EXISTENCIA

Nacionalidad: Suecia, 101 min. Director: Roy Andersson. Actores: Holger Andersson, Nils Westblom, Viktor Gyllenberg
Calificación: ****

¿Cómo explicar el cine de Roy Andersson? Ufff! Es, como el del tejano Wes Anderson, personalísimo, irrepetible, intransferible. El título de está película está inspirado en un cuadro de Peter Bruegel. El de la anterior (Du levande – Vosotros, los vivos) salió de un verso de Goethe. Una paloma... cierra la trilogía iniciada con Canciones del segundo piso. Tres películas sin apenas argumento. Viñetas, fogonazos, rodajas de vida en expresión clásica de publicistas, donde muestra singularidades, miserias, alegrías y tragedias de un puñado de personas corrientes o no, presentes y pretéritas. Los diálogos son parcos, casi de besugos. Cada fotograma de la película podría enmarcarse. Planos fijos, casi siempre frontales, muy abiertos; jugueteos con los elementos del fondo: la cabeza de un dinosaurio que asoma en una sala de museo, la mujer con la batidora mientras a su marido le da un infarto, una pareja discutiendo en el interior de un restaurante mientras un hombre habla por teléfono en la calle... Tonos apastelados, pellejos pálidos, casi cerúleos. Saltos temporales, el rey Carlos XII (siglo XVII) deteniéndose en un bar del siglo XXI camino de Rusia y regresando derrotado. O la emotiva la escena del bar con la camarera repartiendo chupitos a cambio de besos mientras el resto de clientes cantan un himno militar. En otra escena, más extraña aún, unos africanos son quemados vivos en un tonel metálico marca Boliden (responsable de desastres en Chile y España), y los dueños lo celebran con cava. Intenta Roy Andersson mostrar la insoportable levedad de los seres humanos desde el punto de vista de una paloma. Deja a los espectadores tan perplejos y desconcertados como al ave.

martes, 26 de mayo de 2015

Maiz amargo

Publicado en Diario de Mallorca el 26/5/15


CORN ISLAND

Nacionalidad: Georgia,  Francia 100 min. Director: George Ovashvili. Actores: Ilyas Salman, Mariam Butursvhili, Irakli Samushia
Calificación: ****

Es interesante comparar Mandarinas y Corn island, ambas en cartelera y ambas ambientadas en el conflicto entre las repúblicas ex soviéticas Abjazia y Georgia. Con la guerra territorial e interétnica de fondo la primera se encierra entre las cuatro paredes de una casa de piedra y un huerto adyacente; la segunda en un islote de aluvión de un río disputado por los dos bandos. El protagonista de una cultiva cítricos; el de la otra, maíz. En ambos filmes uno o varios soldados heridos desestabilizan el ya frágil escenario. El tema es también idéntico, el esforzado intento de unos civiles, hombres de campo, por esquivar el conflicto, por vivir, por trabajar. Y su profunda humanidad, su valor al arriesgar sus vidas por salvar la de otros seres humanos, independientemente de su nacionalidad, lengua o creencias religiosas.

El resto son diferencias. George Ovasvhili reduce los diálogos a cuatro frases en toda la película; el resto es una bellísima fotografía y acciones mínimas y corrientes en un micro espacio. E introduce dos actores secundarios nuevos. Una frágil adolescente, nieta del campesino y huérfana. Es una trama previsible, desasosegante y acertada porque acentúa el contrapunto entre los dos personajes y sobre todo acentúa su miseria. Que un anciano viva aislado en media cuarterada da pena; una chica, con toda su vida por delante, angustia muchísimo. Por encima, y debajo de ellos, está el río. Regente y condescendiente; tranquilo en apariencia, alevoso en sus arrebatos; maná y cepo. Los campesinos de esas tierras no tienen elección, morirse de hambre, por arma de fuego o ahogados. 

miércoles, 20 de mayo de 2015

29 comunidades

Publicado en Diario de Mallorca el 20/5/15




LA PROFESORA DE HISTORIA

Nacionalidad: Francia, 106 min. Director: Marie-Castille Mention-Saar. Actores: Ariane Ascaride, Ahmed Dramé, Noemie Merlant
Calificación: ****1/2

Creteil es una banlieue, una localidad del extrarradio parisino de clase media-baja que ha acogido en los últimos años a habitantes de muchas etnias, dispares y propensas a recelos mutuos. La profesora de historia desarrolla una historia real ocurrida ahí. A una docente (Ascaride) de una clase muy conflictiva en un instituto de esa localidad se le ocurrió presentarlos a un concurso escolar nacional sobre las victimas francesas del holocausto nazi. 

El desenlace es previsible. El acierto, del guionista Dramé y la directora Mention-Saar, está en su gran autenticidad. Los estudiantes son conflictivos por un cúmulo de circunstancias: un sistema educativo que acepta a regañadientes, y con no pocas trabas, a los forasteros, dificultades económicas o de integración de los padres, presiones de sus respectivas comunidades para defender sus raíces hasta extremos intolerantes y, de colofón, las inquietudes sobre sus respectivos futuros y los cambios hormonales.  La clase del instituto es una bomba de relojería, las pulsiones de los chicos se cuentan con mucho verismo, con un excelente ritmo (fotografía y montaje) y sin paternalismo. La desactivación de sus componentes más pirógenos, la entrada en vereda de los chicos a cargo de la profesora, con mano de hierro en guante de seda, es gradual y ejemplar. Y culmina con la emotiva intervención de un superviviente -auténtico- del Holocausto. La película recuerda una vez más los peligros de la incompleta o chapucera integración de etnias, el papel fundamental que tiene el sistema educativo en mantener esa convivencia y potenciar la integración. Y cómo esa labor esa responsabilidad recae en unos profesores que no pocas veces deben luchar en solitario.

lunes, 18 de mayo de 2015

Es la gasolina, estúpidos!

Publicado en Diario de Mallorca el 19/5/15


MAD MAX – FURIA EN LA CARRETERA

Nacionalidad: Australia, Estados Unidos, 110 min. Director: George Miller. Actores: Tom Hardy, Charlize Theron, Nicholas Hoult, Hugh Keays-Byrne
Calificación: ****

Quince años le ha costado a George Miller resucitar a su icónico guerrero de la posapocalíptica carretera. Furia en la carretera es comparable con la segunda entrega, la mejor, de la serie Mad Max. El guión es esquemático, puro cómic, con escasos diálogos, pero no banal ni hueco. Reverdece las mejores road movies itinerantes, que a su vez mamaron de paradigmáticos westerns (La diligencia, Rio Bravo). Con idénticos temas, codicia, amistad, venganza, amor; y personajes equivalentes: taciturnos, atormentados por su pasado, de vuelta de todo, leales y luchadores. Una cuasi novedad es la presencia de un personaje femenino fuerte (Ali McGraw en La huida es uno de los escasos precedentes). Y no está solo. Charlize Theron/Furiosa (nombre castellano en la versión original) intenta redimirse salvando a un puñado de de adolescentes despurificadas  por el tiránico depredador sexual, y recibe posterior ayuda de unas octogenarias amazonas motorizadas. el loco Max esta vez no es el protagonista absoluto ni va de macho alfa hinchado y sobrado. 

A estos buenos, agradecidos, detalles de las entrañas del guión hay que sumar una apoteosis de detalles, de guiños cinéfilos en la epidermis: los esclavos encalados que recuerdan a Metrópolis, los 'indios' montados en cabras de motocross, los escarabajos erizados de afiladas piquetas (segundo homenaje de Miller a Los coches que devoraron París de Peter Weir), la máscara de hierro tomada de El caballero oscuro, el coche con bateristas, guitarra eléctrica y mega altavoces, los atacantes subidos a pértigas... Todo ello, más el ritmo, más la fotografía, más la banda sonora, más las actuaciones de Hardy y Theron dejarán, a los nostálgicos de las mejores road movies y westerns, anonadados, entregados.

lunes, 11 de mayo de 2015

Tierra de nadie

Publicado en Diario de Mallorca el 12/5/15


MANDARINAS

Nacionalidad: Estonia, Georgia, 87 min. Director: Zaza Urushadze. Actores: Lembit Ulfsak, Giorgi Nakashidze, Misha Mekshi, Elmo Nuganen
Calificación: ****1/2

1992. Dos campesinos y dos soldados en una pequeña finca de cítricos en Abjasia. Los campesinos, de origen estonio, son amigos íntimos; los soldados, un mercenario checheno musulmán pro abjasio, otro georgiano cristiano pro ruso, han sobrevivido a una emboscada mutua. Mientras convalecen se comprometen a no matarse en casa de sus benefactores.

El planteamiento de la película es original. Juega con varios contrastes: el carpintero y el agricultor intentando trabajar con normalidad en medio de la violencia y el descontrol político; su anhelo -y resistencia- a regresar a su tierra natal. Además, ofrece un conflicto potente (el caos exterior, la frágil calma interior) y una claustrofobia no exagerada que recuerda algo a Cinco tumbas a El Cairo de Billy Wilder. Siendo una obra casi teatral, se airea la película con las constantes entradas y salidas al exterior de la finca. El desarrollo más previsible. El protagonista, (Ulfsak) es un santo, intentando, con modestia, perseverancia e inteligencia, poner un poco de cordura en un entorno desquiciado. Los combatientes y el recolector de mandarinas no rompen sus arquetipos pero sus acciones, su evolución, su progresivo acercamiento, son muy creíbles. Magnificado por unos actores que, sobre todo con las miradas, refuerzan esa empatía.

Mandarinas peca de cierto 'buenismo'. Aún así es una gran película por los matices de los personajes, la convicción de los actores, y porque pone el dedo en la llaga de los conflictos territoriales. Luchas atávicas, comunes a otras especies animales por desgracia. Luchas que, cuando intervienen etnias diferentes y se ausentan los gobernantes, se encarnizan y dejan tocados o hundidos a todos. 

jueves, 7 de mayo de 2015

2300 obras, 2300 historias

Publicado en Diario de Mallorca el 7/5/15



NATIONAL GALLERY

Nacionalidad: Reino Unido, 180 min. Director: Frederick Wiseman. Actores: (Documental)
Calificación: ****1/2

La National Gallery es el museo más importante de Londres, con seis millones de visitantes al año. Frederick Wiseman es un octogenario documentalista norteamericano. Formado como abogado, sus trabajos cubren temas difíciles (cárceles hospitales, escuelas, oficinas de servicios sociales), con una mirada neutra, nada sensacionalista. 

National Gallery dura tres horas. Tres horas en las que Wiseman recorre el museo  como un visitante invisible, y mudo, con acceso libre a todas las dependencias. Desde las reuniones del consejo directivo, debatiendo si permiten que se proyecte un logo deportivo en su fachada o los recortes de presupuesto y personal, hasta las colas en la Plaza Trafalgar para ver a Da Vinci, pasando por visitas guiadas con niños, mayores o vips explicandoles las historias que cuentan varios cuadros de Holbein, Velazquez o Tiziano, talleres de pintura, conferencias, reparación de marcos, preparativos de inminentes exposiciones, eventos especiales (conciertos de piano, obras de ballet) y charlas, algunas apasionantes, sobre las sorpresas que se han encontrado los restauradores de la plantilla (el doble retrato ecuestre de Reembrandt) y algunos dilemas éticos (eliminación de barnices utilizados por los propios pintores). 

National Gallery me ha recordado a La cueva de los sueños olvidados porque nos recuerda qué es la cultura, para qué sirve, por qué es imprescindible apoyarla y potenciarla. Aún sobrado de minutaje, con su peaje de paciencia, el documental es mucho más que un recorrido por unas salas sembradas de obras maestras y trufadas de visitantes. Es historia del arte, del proceso de las obras de arte, de los oficios del arte. E historia de las presiones que sufre el arte en los mercantilistas tiempos actuales.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Divide y perderás

Publicado en Diario de Mallorca el 6/5/15


LOS VENGADORES 2- LA ERA DE ULTRON

Nacionalidad: Estados Unidos, 141 min. Director: Joss Whedon. Actores: Robert Downey jr., Chris Evans, Scarlett Johansson, Mark Ruffalo
Calificación: **1/2

Los Vengadores 2 recurre a dos lugares comunes de la ciencia ficción y de la ficción a secas: que los seres humanos somos muy frágiles mentalmente, inconstantes y propensos a las divergencias internas; y que por ello necesitamos el amparo de seres mucho más perfectos que nos controlen. En esta película al grupo de Vengadores les toca hacer de polis buenos y al robot programado por Ultrón, de poli malo. Unos sostienen que los humanos, aunque imperfectos, somos buena gente; el segundo, siguiendo el darwinismo más extremista, intenta borrarnos de la faz de la Tierra y dejar que la naturaleza nos sustituya por otra especie. Es un argumento muy similar al de la franquicia Transformers, y en el fondo esconde una semilla de pensamiento ultraconservador: que la gran mayoría de los ciudadanos del mundo necesitamos unos pastores, una élite que nos ordene y mande. 
El matiz radica sólo en que esa élite debe ser sensible y nada cruel. Ese trasfondo se intenta disimular con la trama de la división interna entre los superhéroes, una amorosa bastante forzada (Romanoff con Hulk), otra de bucólica familia rural, diálogos punzantes y huecos, escenas de acción alternadas con puntuales descansos, y un elenco de actores de primerísima fila que justifican, con oficio y convicción sus elevados sueldos. Como realizador Joss Whedon también excede en su faceta técnica, abusando de la cámara acelerada

El fallecido crítico Roger Ebert resumió en una frase certera la primera entrega de Los Vengadores: “Es lo que los fans de este tipo de películas deseaban; si es lo que merecen, es cuestionable.” Idéntica opinión merece esta secuela.

martes, 28 de abril de 2015

Paula ya es una mujer

Publicado en Diario de Mallorca el 28/4/15


LA FAMILIA BELIER

Nacionalidad: Francia, 106 min. Director: Eric Lartigau. Actores: Louane Emera, François Damiens, Karin Viard, Eric Elmosnino
Calificación: ***1/2

Las discapacidades físicas (limitantes de movilidad -excepto la tetraplejia- o las que afectan a los sentidos) son menos excluyentes socialmente que las psíquicas. La familia Belier narra el rito de paso a la madurez de una adolescente del mundo rural (Emera). Sus desventuras son las habituales de esa franja edad: sufre la primera menstruación, el primer flechazo desbocado, intenta que sus padres (Viard y Damiens) no controlen demasiado su vida y descubre gracias a un profesor del instituto (Elmosnino) una incipiente vocación profesional como cantante. La diferencia con millones de chicas de su edad es que sus padres y su hermano son sordos. Ella no, y además de ayudarles en la granja, se ocupa de gestiones burocráticas y hacer de intérprete para ellos. Abandonar el nido, acudir a la universidad en Paris, es una decisión nada sencilla.

El mérito de la película es que, sin llegar a ofrecer ninguna novedad o personajes memorables, es emotiva y divertida. Sin genialidades y, lo más importante, esquivando la blandura, el costumbrismo rancio. La realización no evita cierto bucolismo, en la granja o el mercadillo municipal, pero acierta con subtramas y actores de físicos peculiares como el padre (Damiens, destacado en La delicadeza), presentándose a las elecciones municipales o el profesor de música (Elmosnino, soberbio en Gainsbourg) eligiendo un tema popular para el concurso escolar de canto (imagínense a una aspirante a triunfita eligiendo a Camilo Sexto en la selección previa). La protagonista, Louane Emera muestra mucha naturalidad, sorprendente talento de actriz y la guinda de una gran voz. Película equivalente a Pride o Pequeña Miss Sunshine, positiva y empática.

domingo, 26 de abril de 2015

Siete edades

Publicado en Diario de Mallorca el 27/4/15


LA SOMBRA DEL ACTOR

Nacionalidad: Estados Unidos, 102 min. Director: Barry Levinson. Actores: Al Pacino, Greta Gerwig,
Calificación: ***1/2

Al Pacino (75 años) compró los derechos de una novela de Philip Roth (76 años en el momento de escribirla) que ha dirigido Barry Levinson (73 años). El curriculo de los tres es largo e impresionante. El tema de esta obra va de un maduro actor en crisis (Pacino, quien si no) que se encierra en su mansión y recupera el ego gracias a una pizpireta joven (Gerwig). Calenturas de septuagenarios es el pensamiento automático que provoca. O búsqueda del duende creativo perdido.

La sombra del actor es eso y más. Es evidente que el trío ha dejado atrás sus momentos de gloria. A nivel de guión, la trama del hombre maduro y la joven tiene muchos y mejores precedentes; la crisis creativa remite a una odiosa comparación con Birdman; y  Shakespeare entra con calzador. Levinson, en la realización tiene tics de principiante; y Pacino parece a ratos que se llega a creer un mal actor. Todo eso va a la columna del debe. En la del haber hay que anotar las referencias a la muerte de Hemingway, la mezcla de desvaríos del protagonista con la realidad, una escena de comedia antológica en la sala de espera del veterinario, la del teatro entre Dianne Wiest y Al Pacino, y un rencor, un cinismo larvado en toda la obra. El ritmo es otro tanto, y algunos temas de la banda sonora. Y Pacino suelta fogonazos del inmenso actor que sigue siendo por muy cansado o churruscado que esté. Brillan también otra veterana (Wiest) y la belleza muy natural de Greta Gerwig (Frances Ha). Película extraña, pero con suficientes destellos para ser disfrutada.

martes, 14 de abril de 2015

Amar en tiempos de preguerra

Publicado en Diario de Mallorca el 14/4/15


LA CASA DEL TEJADO ROJO

Nacionalidad: Japón, 136 min.Director: Yoji Yamada. Actores: Takaku Matsu, Haru Kiroki, Hidetaka Yoshioka
Calificación: ***

Yoji Yamada (83 años) es uno de los cineastas más longevos del país del sol naciente, con 84 películas firmadas como realizador y casi un centenar y medio como guionista. En La casa del tejado rojo adapta una novela de Kyoko Nakajima. Narra, con saltos entre presente y pasado, la vida de la sirvienta de una familia acomodada de Tokio –no noble ni súper rica- en la década previa a la II Guerra Mundial. 

La historia tiene cierta similitud con la reciente película de animación El viento se levanta (Hayao Miyazaki) o varias de Wong Kar-Wai, aunque aquí se desarrolla casi toda intramuros. El interés para los espectadores occidentales es histórico-antropológico, mostrar cómo era la sociedad nipona en ese período de entreguerras. El retrato, siendo muy canónico, es interesante. Sobre todo porque muestra el machismo secular y la soberbia que contagió a la sociedad japonesa entera (como ocurrió a los alemanes en los primeros años de Hitler) y les condujo –a pesar de estar sufriendo serios reveses bélicos en China- a minusvalorar a los norteamericanos. Sin embargo el cogollo del argumento –un caso de adulterio- es ambiguo. La criada protagonista tiene un papel excesivamente sumiso, de sufridora. Además, no se llega a cuestionar ese estatus secundario de las mujeres; la conducta de su ama se atribuye a un amour fou, no a una válvula de escape en una sociedad nada igualitaria con ellas. La duración del filme también es excesiva para un incidente de potencia dramática tan limitada. La puesta en escena trasluce abuso de los decorados; las interpretaciones en contrapartida, son muy convincentes. 

domingo, 5 de abril de 2015

Perro atado

Publicado en Diario de Mallorca el 5/4/15



GETT: EL DIVORCIO DE VIVIANE AMSALEM

Nacionalidad: Israel, Francia, Alemania, 115 min. Director: Ronit Elkabetz, Shlomi Elkabetz
Actores: Romit Elkabetz, Simon Abkarian, Gabi Amrani
Calificación: ****1/2

En Israel, como por desgracia en muchos países, el matrimonio sigue siendo un contrato exclusivamente religioso. Se permite el divorcio aunque sometido a unos tribunales eclesiásticos. Gett muestra la escasa justicia que imparten esos jueces. O mejor dicho, la gran injusticia de la ley rabínica, que favorece a los hombres (maridos y jueces siempre masculinos) y deja a las mujeres a su merced. En casos extremos, adulterio o violencia doméstica demostrada, sí conceden la separación. Cuando el motivo es la pérdida de afecto o la violencia psicológica, dudan. Y en la duda prevalece el machismo de un patriarcado muy opresivo.

La película desarrolla un juicio a lo largo de varios años, promovido por la mujer (Elkabetz) para liberarse de su marido (Abkarian). Un único escenario, la sala del tribunal y la antesala de espera. Los personajes son ellos dos, sus abogados (el de él es un rabino hermano de ella y en nada la ayuda), los tres jueces y varios testigos. Ella es tozuda, no se resigna a pasar el resto de su vida como un animal doméstico sujeto a los caprichos de su amo. Él es un lobo con piel de cordero. Alega amor, incapacidad para desvincularse emocionalmente de ella. No llega a ser odioso porque aparenta ser un Bartleby, un determinista pasivo. En el fondo es una roca, sin alma, convencido de que su mujer es una propiedad. Otros dos personajes clave son el juez principal, igual de insensible que el marido, y el abogado de ella, laico, persistente y vehemente. Otro acierto del filme es que no acaba en tragedia. Esa lucha tan desigual, tan creíble y con un planteamiento tan austero, atrapa al espectador.

martes, 31 de marzo de 2015

0 privacidad = 0 libertad

Publicado en Diario de Mallorca el 31/3/15


CITIZENFOUR

Nacionalidad: Estados Unidos, 114 min. Director: Laura Poitras. Actores: Davd Snowden, Gleen Greenwald, Wiliam Binney
Calificación: *****

Citizenfour obtuvo hace un mes el Oscar al mejor documental. Los valores cinematográficos del documental son correctos: entrevistas, pantallazos de chateos encriptados, algunas apariciones públicas (el periodista del Guardian ante una comisión del senado brasileño, capturas de noticieros televisivos); y música electrónica con un toquecito de suspense. Su contenido merece la máxima calificación porque desnuda a los dirigentes de los países que se autodenominan democráticos. Conservadores o socialdemócratas, todos acaban tragándose el sapo y son incapaces de imponer un mínimo, repito mínimo, control a sus servicios secretos. 

Es un documental denso. Narra el proceso y detalles de la filtración por parte del analista informático Edward Snowden, de que la NSA norteamericana espía TODAS las comunicaciones y sus contenidos de los ciudadanos de TODO el mundo. Nos venden que tenemos una cierta libertad, pero es falso. La libertad implica respetar un mínimo de privacidad. No lo están haciendo. Con unos medios ilimitados (obtenidos con nuestros impuestos) son capaces de seguir los movimientos de cualquiera en cualquier momento. La película tiene su punto de suspense. Ahora sabemos que Snowden está a salvo (paradoja: protegido por otro régimen de muy dudosos valores democráticos como el ruso). Pero en los ocho días que pasó en Hong Kong no lo tenía nada claro. Había preparado bien su aparición pública (se omiten bastantes detalles para proteger a mucha gente que le ayudó) pero sabía que podía acabar encarcelado o 'accidentado'. La película deja un poso agridulce. Por un lado, pasado un año largo, el efecto que han producido las revelaciones de Snowden ha sido como la picadura de un mosquito a un elefante. Por otro sigue habiendo gente, como él, como ACNUR, como varias organizaciones de abogados, que no se resignan a vivir en un mundo orwelliano. Al menos sabemos ya con certeza que Obama, Merkel, Cameron y los que vengan detrás, son unas marionetas. Y unos cínicos.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Contra Thatcher se vivía mejor

Publicado enDiario de Mallorca el 25/3/15


PRIDE

Nacionalidad: Reino Unidos, 98 min.Director: Matthew Warchus. Actores: Bill Nighy, Dominic West, George McKay, Imelda Staunton
Calificación: ***1/2


En 1984 Margaret Thatcher aceleró (proceso iniciado por los laboristas casi una década antes) el cierre de minas de carbón por todo el país. Siendo una batalla perdida, los mineros se resistieron como felinos panza arriba y en un momento dado recibieron apoyo de colectivos homosexuales. Apoyo inesperado y, de eso trata la película, indeseado al principio por el atavismo del mundo rural.

Una historia así, y las tres décadas que han pasado, permitían elegir entre un drama extremo o una comedia amable. Matthew Warchus ha elegido esta última opción. Pone el énfasis, más que en el sombrío futuro que esperaba a muchos mineros o los abusos de las fuerzas policiales, en la discriminación, desprecio y burlas que sufrían gays y lesbianas incluso en Londres. Gracias a esa lanza a favor de los mineros consiguieron al menos que el Partido Laborista les tomaran por fin en serio. Para llegar a un público amplio, Warchus recurre a muchos tics de la comedia nostálgica: sentimentalismo, personajes unidimensionales, rival exagerado (la vecina reaccionaria), banda sonora previsible (Bronski Beat, Soft Cell, Pet Shop Boys, Culture Club...), algunas lagrimitas, gotas de drama (la incipiente pandemia del SIDA), bastante humor y la espontaneidad de los actores, con un par de rostros conocidos como Bill Nighy (Love actually) o Dominic West (McNulty en mi serie favorita). El conflicto original (el drama de los mineros) queda desnaturalizado por el abuso del costumbrismo y el impostado final feliz. El secundario, la lucha de los homosexuales sí está bien tratado. Comedia divertida y emotiva a ratos, algo corta en la crítica de la opresión de las clases o colectivos menos favorecidos.


martes, 24 de marzo de 2015

Un sector maduro

Publicado en Diario de Mallorca el 22/3/15


EL AÑO MÁS VIOLENTO

Nacionalidad: Estados Unidos, 125 min. Director: J.C. Chandor. Actores: Oscar Isaac, Jessica Chastain, David Oyelowo, Albert Brooks
Calificación: ****1/2

El título de la película alude a una estadística: 1981 figura como el año con más crímenes en Nueva York. J.C. Chandor (Margin call) rinde un ficticio homenaje a los que no cedieron a la tentación de operar como o con bandas criminales. Se desmarca de los matones tan excelsamente retratados por Coppola o Scorsese sin caer en el lado opuesto, el de policías incorruptibles o héroes anónimos inmaculados. 

El guion sigue a un aspirante a nuevo rico, un empresario latinoamericano (Morales/Isaac) que intenta medrar en un sector muy maduro (combustible para calefacción de viviendas) con vicios arraigados. No asesinatos pero sí robos entre ellos, trampas contables y recursos puntuales a palizas disuasorias. Morales no es un ángel, no tiene un expediente financiero limpio y le encanta el lujo; pero es reflexivo, ambicioso, motivador, y está decidido a evitar, con el marcaje de un fiscal y contra la opinión de su mujer (Chastain), su abogado y los sindicalistas, la jungla de los violentos. El título de la película es engañoso a propósito. Sólo hay dos persecuciones y dos tiroteos en el filme; el resto es precisamente el intento de evitarlos. Esa finura en los personajes, sus matices, sus claroscuros, recuerdan (sin cruzar la línea roja) a las series Los Soprano o The Wire. El tono, la fotografía, la música, la ambientación, las interpretaciones (Isaac y Chastain son dos actores en racha y con gran talento) redondean una película de engañoso vuelo bajo. No es una de gánsteres, con momentos épicos, frases lapidarias, o ‘buenos’ y ‘malos’ subrayados. Sí un excelente drama urbano, dirigido a un público exigente y paciente.

jueves, 19 de marzo de 2015

Hablar por hablar (y no matar)

Publicado en Diario de Mallorca el 19/3/15


NEGOCIADOR

Nacionalidad: España, 79 min. Director: Borja Cobeaga. Actores: Ramón Barea, Josean Bengoetxea, Oscar Ladoire, Melina Mathews
Calificación: ****

Borja Cobeaga recrea, en clave de ficción, las conversaciones que el dirigente socialista Jesús Eguiguren y el etarra Josu Ternera mantuvieron la década pasada para intentar adelantar el fin del terrorismo etarra, varadas por el bloqueo posterior del jefe etarra 'Thierry'.

Cobeaga ha eludido, muestra de inteligencia y respeto a las víctimas, la comedia de brocha gorda. Se ha decantado por un híbrido entre comedia costumbrista y drama hiperrealista. Ha renunciado a risas o sustos fáciles excepto al final, con los personajes del camarero y el novio de la traductora. Esa contención le ha empujado al extremo opuesto. Obsesionado con 'normalizar', sacar el lado cotidiano, casi anodino, de un momento que pudo ser clave en la historia de España, ha caído en un ritmo cansino y una acción mínima. Quizás por consejo de Aristóteles (mejor algo irreal pero creíble, que a la inversa), ha capado la realidad. Por lo visto Ternera y Eguiguren llegaron a confraternizar mucho más de lo que se muestra en esta ficción. Posiblemente el realizador no quería desviar la atención sobre el fondo del problema: En esa época ETA seguía siendo extremadamente peligrosa, sus miembros eran tan fanáticos y paranoicos que podían volver a matar en cualquier momento. Los dos terroristas que aparecen en el filme, Ternera/Bengoetxea y Thierry/Areces, asustan. Transpiran, uno muy introvertido, el otro extravertido, la capacidad de intimidación que tuvo la banda durante varias décadas. Y Ramón Barea refleja como nadie, con su soledad, su encogimiento, su torpeza,  la impotencia, la indefensión, de los no violentos. Ese trasfondo, ese subtexto latente en la película, es el gran acierto.

martes, 17 de marzo de 2015

¿Qué te pasa, Doc?

Publicado en Diario de Mallorca el 18/3/15


PURO VICIO

Nacionalidad: Estados Unidos, 148 min. Director: Paul Thomas Anderson. Actores: Joaquin Phoenix, Josh Brolin, Katherine Waterston, Owen Wilson
Calificación: ****

La obra adaptada de Thomas Pynchon tiene ecos de puntadas del género negro subdivisión Costa Oeste, El largo adiós o Adiós muñeca de Chandler, Chinatown o incluso Hammet de Wenders. Aunque trasladado a 1970, con los hippies dando sus últimos coletazos y los estupefacientes en boca, vena y nariz de todos. Peca la obra de exceso de personajes: un detective privado camuflado como doctor y permanentemente colocado (Phoenix) un policía cuadriculado (Brolin), una bella postadolescente (Waterston), un empresario inmobiliario desaparecido (Roberts), un soplón de la policía (Wilson), un dentista pirado que importa droga, agentes del FBI y un pailebote de sugerente nombre, Colmillo dorado. 

La historia, con el mcguffin del secuestro del empresario, es densa y confusa, y por ello lo mejor es dejarse llevar. Por una batalla a ego descubierto de Pynchon, Paul Thomas Anderson y River Phoenix en la que, increíble, no se anulan sino que suman. Es cine ambicioso, arriesgado pero no pagado de sí mismo, con multitud de guiños y detalles madurados: La fotografía imitando celuloide pasado de fecha, los encuadres, la excelsa banda sonora (Johnny Greenwood emulando a Jerry Goldmith, temas de Neil Young, Can, Chuck Jackson...), y actuaciones que van desde lo sobresaliente a lo impecable. Desde un Phoenix en su salsa (repite gesticulaciones pero, como otros grandes actores, deja boquiabierto), un tropel de secundarios de primera (Brolin, Roberts, Wilson, Del Toro, Whitherspoon) y hasta los figurantes con línea, ninguno desentona. No es una película convencional, lleva el sello indeleble de Anderson y Pynchon. Ambos, más los actores y equipo técnico, todos, aportan una pizca de locura y un cacho de talento. ¿O a la inversa?

jueves, 12 de marzo de 2015

Un buen sacerdote

Publicado en Diario de Mallorca el 13/3/15


CALVARY

Nacionalidad: Irlanda, 102 min.Director: John Michael McDonagh. Actores: Brenda Gleeson, Chris O'Dowd, Kelly Reilly, Aidan Gillen

En la escena inicial un sacerdote rural (Gleeson) recibe en el confesionario a un feligrés. El espectador no lo ve; el sacerdote le reconoce la voz. El feligrés le cuenta que unas décadas antes sufrió reiterados abusos por parte de un cura y por ello el sacerdote pagará con su vida al cabo de una semana justa. En esa semana posterior el sacerdote renuncia a denunciar a su perseguidor, recibe el cariño de su hija y comprueba como la sociedad que le rodea carece de valores morales y espirituales. 

La película tiene varias lecturas. En la más general, la descomposición de la sociedad actual que ha propiciado un 'sálvese quien pueda', coincide con la rusa Leviathan. La segunda es la lucha de un hombre por expiar su pasado; y su resignación, como buen cristiano, al destino que le depare el Creador. Ambas están muy unidas y por ello los espectadores más creyentes se identificarán con el calvario del título del filme. Disfrutarán además con los punzantes diálogos, los bellos paisajes irlandeses y la inmensa, lo único incuestionable de la película, interpretación de Brendan Gleeson. No es sin embargo un filme para agnósticos o ateos, ya que los personajes que les representan no salen bien parados (verbigracia Gillen tan sardónico como en su papel de Juego de tronos). Esos espectadores también arquearán la ceja con un par de detalles: esconder una información clave de forma tan descarada es un arma de doble filo. Y el tema clave de la película, los abusos a menores por parte de miembros del clero, queda esquinado, limitado al arranque, una fugaz mención intermedia y el desenlace. 

La lucha, por desgracia, continúa

Publicado en Diario de Mallorca el 10/3/15


SELMA

Nacionalidad: Estados Unidos, 128 min. Director: Ava DuVernay. Actores: David Oyelowo, Carmen Ejowo, Tom Wilkinson, Tim Roth

Por impedimentos legales (cortesía/astucia de Steven Spielberg), la directora y los productores de Selma no ha podido reproducir los discursos originales de Marthin Luther King Jr. Quizás por ello han esquivado el momento más recordado de su carrera, el discurso en Washington (“Tengo un sueño”) y han enfocado una acción posterior, la marcha desde el pueblo de Selma hacia la capital de Alabama exigiendo acabar con las marrullerías de ese y otros estados sureños para que los afroamericanos no votaran.

Como película, Selma es muy académica. La ambientación y fotografía están cuidadísmimas, con una recreación de la represión en el primer cruce del puente que no desmerece las imágenes reales insertadas en los televisores. La banda sonora es previsible y acertada: blues primitivos más Otis Redding, Curtis Mayfield, McCoy Tyner, el Masters of war de Dylan cantado por Odetta, o el cierre del rapero Common. Las actuaciones son notables. Muy contenido David Oyelowo; implicados, con papeles a veces incómodos, Tom Wilkinson, Tim Roth, Wendell Pierce o la presentadora Oprah Winfrey. El guión, lo realmente importante de la película, se toma una sola licencia histórica, minimizar el apoyo del presidente Johnson a King para forzar la tensión entre ellos, y pasa de puntillas sobre las infidelidades del pastor. Sin embargo, con diálogos no auténticos pero sí muy ajustados al personaje, muestra todo su carisma, su determinación, su convencimiento de que la vía pacífica era la única opción. Los recientes incidentes en Ferguson o en la playa ceutí de El Tarajal demuestran que, a pesar de los avances mostrados en esta película, el racismo y la desigualdad económica aguda, por desgracia, persisten. 

miércoles, 4 de marzo de 2015

Mujeres y niños primero

Publicado en Diario de Mallorca el 4/3/15

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FUERZA MAYOR

Nacionalidad: Suecia, Francia, 120 min. Director: Ruben Östlund. Actores: Johannes Kunke, Lisa Loven Kongsli, Kristofer Hivju

En situaciones extremas, de fuerza mayor (de ahí el título de este filme), el ser humano tiene décimas de segundo para elegir entre ser solidario o seguir vivo. Naufragios como el del Estonia (1994, citado en la película), el Costa Concordia o el tsunami recreado en Lo imposible, son blanco y negro. Se alaban las conductas valerosas y (salvo excepciones como el capitán Schettino) se indultan las de evidente supervivencia.

Ruben Östlund explora con un incidente menos dramático, más cotidiano, la zona de grises de la cobardía. Una familia feliz, un matrimonio nórdico con dos hijos, viajan a los Alpes para esquiar. Un día una avalancha invade la terraza de un restaurante. Él huye, ella protege a los hijos. Todo queda en un susto pero ella toma nota; la confianza entre ellos se ha roto. Intentan resucitarla, sin éxito, y piden ayuda a una pareja de amigos que llegan un par de días después. La película desarrolla la crisis de la pareja adulta más temas colaterales: la capacidad de autocrítica, la de perdonar los errores de otro y, como corolario, la fragilidad de muchos matrimonios. El guión está muy afinado, la fotografía es excelsa en varios momentos, y añade un contrapunto irónico con las ráfagas del Verano de Vivaldi en la banda sonora. Es una obra muy teatral (recuerda en algún momento a Hijos de un dios menor de Reza) con acción mínima, mucho psicoanálisis y un final extraño. Pero aborda con profundidad y sensibilidad los temas citados, se oxigena bien con las salidas a la nieve y provoca algunas buenas carcajadas, de la mano del extravertido barbudo pelirrojo. 

lunes, 2 de marzo de 2015

Turing 3.0

Publicado en Diario de Mallorca el 2/3/15



EX MACHINA

Nacionalidad: Reino Unido, 108 min. Director: Alex Garland. Actores: Domhall Gleeson, Oscar Isaac, Alicia Vikander

Una medalla sí merecida por el malogrado Alan Turing (menos de las que le adjudica Descifrando Enigma) es por haber creado un examen fiable para distinguir un comportamiento humano de uno programado. Y eso lleva a uno de los temas favoritos de la ciencia ficción: la inteligencia artificial, crear una máquina tan compleja, versátil y a la vez voluble e imprevisible como el cerebro humano.

Ex Machina está escrita y dirigida por Alex Garland. Un trasunto de Mark Zuckerberg o Sergey Brin (Isaac) se ha recluido en un bosque nórdico para crear un androide (Vikander) capaz de superar el test de Turing, e invita a un joven programador (Gleeson, hijo del orondo Brendan) como examinador, para confirmar sobre todo las aptitudes emocionales de la bella monstruita. La película es claustrofóbica, los decorados son apabullantes (arquitectura ultramoderna minimalista), tiene suspense y las actuaciones son excelentes. La de Oscar Isaac (A propósito de Llewyn Davis) sobre todo. Sin embargo el guión no alcanza la altura de sus personajes. Sobran clichés (el encierro monacal del empresario, la ausencia de ayudantes para crear la máquina, los cambios de piel y regeneraciones de los robots a lo Terminator) y no se acaba de ver su inteligencia. Philip K. Dick, Hampton Fancher y David Poples bordaron el tema de los androides en Blade Runner; igual que Aaron Sorkin con los nuevos ricos del sector tecnológico, sobrados de inteligencia clásica y tarados en la emocional, en La red social. Alex Garland se queda en la antecima. Aún así, Ex machina gustará a los amantes de la ciencia ficción reflexiva.

jueves, 26 de febrero de 2015

Con y sin ataduras

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 26/2/15


CINE EROTICO

Tanto en su versión literaria como cinematográfica, 50 sombras de Grey ha devuelto ante los focos -y eso siempre es positivo- el erotismo en la ficción literaria o cinematográfica. También ha reabierto el debate sobre la calidad de este tipo de bestsellers, si ofrecen más provocación que arte.

50 sombras de Grey, el libro, ha sido un 'sleeper' puro, un superventas imprevisto e impredecible. Su éxito no es malo en sí, tampoco un sello automático de calidad. Por tanto está, quiera o no, en el mismo saco que El código Da Vinci. En su adaptación cinematográfica vuelve el debate. ¿Es cine erótico o cine oportunista? ¿Se acerca, mucho, poco, nada, a las obras más destacadas de ese género? 
Como el campo de batalla es vasto, exige achicarlo. Cito a continuación cinco filmes que provocaron mucho revuelo, con fuerte o decisivo contenido erótico y una trama principal de amor fou, descontrolado.

El último tango en Paris. (Bernardo Bertolucci, 1972). Hasta el rodaje de ese filme, Bertolucci era poco más que una promesa. El último tango...  fue un salto sin red. Volcó todas sus fantasías sexuales, su formación poética y su admiración por el crudo erotismo de Francis Bacon. El escándalo vino por la escena de la cocina pero había arte delante y detrás, antes y después. El paso del tiempo ha hecho mella sin llegar a desfasarlo. Pervive por el talento de tres hombres: Bertolucci, el cámara Vittorio Storaro (Apocalypse now, El último emperador) y Marlon Brando.

El imperio de los sentidos (Nagisa Osima, 1976). Cuatro años después del tango parisino, un japonés volvió a liarla parda. Creó una gran expectación en los festivales de Cannes y Berlin y no defraudó. Obviando el revuelo por el sexo explícito, hay una historia muy potente (basada en una real), un amor claustrofóbico y provocador por la inusual y total sumisión del macho, a imitación de la mantis religiosa. Es una película que sigue impresionando, por su simplicidad y contundencia.

Nueve semanas y media (Adrian Lyne, 1986). Su gancho fue la pareja de actores protagonistas (Mickey Rourke y Kim Basinger). La escena utilizando miel para aderezar uno de sus roces físicos dio mucho que hablar y multiplicó las entradas como panes y peces. Poco más. El director Adrian Lyne nunca tuvo pretensiones de profundizar en las historias o los personajes. Se limitó, no es poco, a acertar con el tono y el reparto. 

Instinto básico (Paul Verhoeven, 1992). No se puede calificar de cine erótico pero un segundo del filme, el cruce de piernas sin lencería de 'charito piedra' volvió a despertar multitudinarias líbidos y generar otro exagerado ruido mediático. Por lo demás, es un thriller que se aguanta razonablemente bien, bien, gracias al oficio de Verhoeven, Sharon Stone y Michael Douglas.

Brokeback mountain (Ang Lee, 2005). Destrozó un mito, el de la hombría de los vaqueros, y no se ahorró una escena para desatar titulares, la de la tienda de campaña. Aunque se limitara a eso, a narrar una historia de amor poco convencional, lo hizo con mucho talento. El relato adaptado era de la escritora Annie Proulx (un Pulitzer en la espalda), dirigió Ang Lee (dos Oscars, incluyendo uno por esta película) y soberbio reparto (Heath Ledger, Jake Gyllenhaal y Michelle Williams)

La vida de Adéle (Abdellatif Kechiche, 2013). Otro amor homosexual, pero en la acera opuesta. El volumen, la intensidad de la pasión de Adéle y Emma es comparable a los amantes nipones de Oshima, aunque sin trágico desenlace. La escena más explícita no dura unos pocos minutos sino una decena. Aún así, el jurado de Cannes, presidido por el pacato Steven Spielberg le concedió la Palma de Oro. Merecidísimamente.

50 sombras de Grey, la película, no alcanza siquiera la temperatura de Nueve semanas y media. Es entretenida y poco más. Satisface a los lectores del libro  y se digiere con la misma celeridad que se devoró. Como película erótica es un puedo y no quiero. Los productores han renunciado a uno de los elementos clave del libro, mostrar el miembro viril del protagonista para abrir la caja registradora en los países más censores. Y han renunciado sin rubor a mejorar el libro, a acercarse al público mínimamente exigente. El reparto técnico y artístico son elocuentes. La directora, los actores, todos de segunda división. Por esa ausencia total de riesgo, por esas inexplicables ataduras, no pasará a la historia del séptimo arte, ni a la microhistoria del género.

miércoles, 25 de febrero de 2015

2 de noviembre

 Publicado en Diario de Mallorca el 25/2/15


EL LIBRO DE LA VIDA

Nacionalidad: Estados Unidos, 95 min. Director: Jorge Gutiérrez. Actores: (Animación)

Otra de mejicanos, felices por su triunfo en los Oscars. El libro de la vida, con el apadrinamiento de Guillermo del Toro como productor, transmite uno de los elementos más idiosincrásicos de la cultura mesoamericana, la adoración festiva de los muertos. El día de todos los santos es para ellos una fiesta autentica, no una velada de calabazas y caramelos. Acuden a los cementerios, cantan, bailan y comen calaveritas de dulce de leche o panes de muerto sobre las tumbas.  

La película de Jorge Gutiérrez recoge la tradición prehispanica de los tres mundos, los vivos, los muertos recordados y, en el escalón más profundo, los olvidados. Sobre ello ha montado una trama de doble nivel: La reina de los recordados, la Catrina, apuesta con el de los olvidados, Xilaba, el desenlace de un triangulo amoroso entre tres vivos, una chica y dos chicos que desde la tierna infancia se disputan su amor. Catrina apoya a Manolo, un descendiente de españoles, toreros de generación en generación, que aun asi prefiere ser músico. Su rival, apoyado por Xilaba es Joaquin, machote, machista, y tramposo. El guion avanza sobre esa previsible disputa y posterior enfrentamiento al bandolero Chakal. Tiene un recorrido muy previsible, demasiado infantil, con risas muy limitadas. Sin embargo la puesta en escena, el ritmo, es un regalo para la vista. Toda la imagineria y la simbologia mas alegres del pais azteca fluyen a borbotones, por oleadas, sin apenas descansos. E incluso la banda sonora tiene destellos brillantes como una adaptación del Creep de Radiohead. A los peques les gustará la película; los mayores, por el despliegue visual, no se aburriran,