jueves, 30 de diciembre de 2010

Más y menos

Publicado en el Suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 30/12/10

CINE. 2010 llega a su fin; llega el momento de darle un repaso:

Escritores y ex. De las películas destacadas hay cuatro centradas sobre escritores, en épocas variadas. En El escritor, Roman Polanski, retrata a un “ghost writer” hurgando las miserias de un ex primer ministro. El discurso del rey presenta con igual firmeza al escribano de un inminente rey (Jorge VI). La última estación recrea con desenfado el tránsito de Lev Tolstoi a ex humano. Idéntica suerte, rociada con pena amorosa, corre el poeta John Keats en Bright Star.

Inadaptados. Arreón de personajes corrientes con problemas variados de integración social: la Juani inglesa de Fish Tank, la oronda afroamericana de Precious, el pasmado y la joven vampira de Déjame entrar, el enamoradizo y la polvorilla de Two lovers, o los dolientes payasos de Balada triste de Trompeta. Apurando, se puede incluir la rediviva muñeca hinchable de Air doll. Buenas o muy buenas películas todas ellas.

Sobreadaptados. En contraposición a esa ristra de sufrientes y supervivientes, han destacado tres obras protagonizadas por cerebritos, las tres en géneros y tonos variados: Drama de cuellos blancos y camisetas surferas en La red social; peripecias de unos futuristas mentalistas en Origen y desmadre mortadélico de Steve Rusell/Jim Carrey en Philip Morris, ¡te quiero!

Guerreros. Mucha guerra, de alto voltaje narrativo, han dado los artificieros de En tierra hostil, los resistentes de Nanking en Ciudad de vida y muerte o la espía Valerie Plame frente a los ayudantes de Bush en Caza a la espía.

Empanados. Renombrados directores no han estado este año a la altura de su nombre. Aunque Un tipo serio (hermanos Cohen), Shutter island (Martin Scorsese) Alicia en el país de las maravillas (Tim Burton), Tamara Drewe (Stephen Frears), Robin Hood (Ridley Scott) o Conocerás al hombre de tus sueños (Woody Allen) no se pueden calificar de fiascos, están muy o bastante alejadas de obras memorables de sus autores.

Maestros. Cada año, por estas fechas, tengo la sensación de que el nivel medio de las películas ha ido a menos. Pero repasando las ciento y pico películas que he visto, vuelvo a encontrar media docena larga de películas si no magistrales, muy o bastante cerca de ello. Me han impactado, por este orden: 1) Un profeta; 2) La cinta blanca; 3) Precious; 4) El escritor; 5) Pa negre; 6) La red social; 7) Two lovers; 8) Déjame entrar. La crisis está haciendo pupa, está claro. Tanto como que sigue habiendo muchos talentos inasequibles al desaliento.

Rezos y despedidas. El comistrajo del año se llama Come, reza, ama. No surtieron efecto las plegarias para que Eric Rohmer, Claude Chabrol, J.L. García Berlanga y el polifacético Dennis Hopper siguieran compartiendo su talento y saviessa.

martes, 28 de diciembre de 2010

Acorralado

Publicado en Diario de Mallorca el 29/12/10

BRUC: EL DESAFIO

Nacionalidad: España, Francia 100 min. Director: Daniel Benmayor. Actores: Juan José Ballesta, Vincent Perez, Francesc Albiol, Astrid Berges-Frisbey

La Batalla del Bruc fue un doble enfrentamiento entre el ejército de Napoleon y la resistencia española en las faldas del macizo de Montserrat. El primer choque fue una emboscada de libro. En el segundo, mil ochocientos paisanos se enfrentaron a casi el doble de franceses y les derrotaron. De esa victoria salió la leyenda del Tamborilero del Bruc: con el eco de sus redobles en las paredes graníticas hizo creer a los invasores que los resistentes como mínimo igualaban sus fuerzas.

Bruc: el desafío es una fantasía más próxima al cómic que a la realidad. La batalla inicial se resume en tres flashbacks. En la segunda, los cuatro mil y pico contendientes se reducen a cinco: el héroe local frente a un capitán galo y un puñado de soldados, más una bella joven y un periodista francés. El protagonista arranca con dudas y torpezas, y acaba como Schwarzenegger en Depredador. El maniqueísmo de payeses desvalidos frente a sádicos invasores es obstinado; la chica es un florero; el cronista, tan gris como sus dibujos. La producción es digna, explotando bien la espectacularidad del paisaje. La música es bastante redundante. En el reparto los dos protagonistas, Ballesta y Perez, logran superar los corsés de sus personajes; poco pueden hacer el resto.

En Hollywood hace años que acentúan con inteligencia las aristas de los héroes para multiplicar la tensión y el interés de los espectadores (El caballero oscuro, Spiderman, Iron Man). En nuestro país seguimos empeñados en santificarlos, en modelarlos tan perfectos que acaban siendo anodinos.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Sin palabras

Publicado en Diario de Mallorca el 27/12/10

EL DISCURSO DEL REY

Nacionalidad: Reino Unido, 118 min. Director: Tom Hopper. Actores: Colin Firth, Geoffrey Rush, Elena Bonham-Carter, Guy Pearce

¿Se imagina que el príncipe Felipe fuera incapaz de hablar en público por una tartamudez aguda? ¿Considerarían los españoles que está capacitado para gobernar con esa tara? Algo similar, real en el doble sentido del término, ocurrió en Inglaterra en el período de entreguerras. El príncipe Albert (Colin Firth) era el segundo en la linea sucesoria y por tanto dudoso que accediera al trono. Aún así acudió a diferentes especialistas, hasta acabar en manos de Lionel Logue (Geoffrey Rush), un autodidacta logopeda australiano. Cuando el Príncipe de Gales abdicó por problemas sentimentales, Albert tuvo que asumir el regio mandato con todas sus obligaciones.

Tom Hopper, curtido en series históricas, proyecta un guión de David Seidler sobre ese extraño emparejamiento que acabó en longeva amistad. El guión profundiza en el trabajo psicológico de Logue para mitigar la inseguridad provocada por la tartamudez sufre el príncipe. Aplica una terapia de choque, provocándole, faltándole al respeto. El futuro soberano se rebela ante la insolencia pero acaba apreciando su sinceridad y efectividad. Más esquemáticos son los personajes secundarios, la mujer de Alberto, el príncipe Eduardo o el arzobispo. En la realización, Hopper acierta en el ritmo y juega bien con los encuadres y la profundidad de campo. Los actores están excelsos. La actuación de Rush no es una sorpresa (un Oscar y dos nominaciones en su palmarés); Firth merece ganarlo por esta película. Música de Alexandre Desplat con la 7ª de Beethoven en el momento cumbre.

Es paradójico que la monarquía inglesa, tan cuestionada por su inacción, dé tanto juego en el cine. El discurso del rey es un magnífico drama histórico, cimentado en el agudo contraste de personalidades de sus protagonistas y el memorable duelo de sus intérpretes.

lunes, 20 de diciembre de 2010

El juego no ha terminado

Publicado en Diario de Mallorca el 21/12/10

TRON LEGACY

Nacionalidad: Estados Unidos, 127 min. Director: Joseph Kosinski. Actores: Jeff Bridges, Garrett Hedlund, Olivia Wilde, Michael Sheen.

El mayor mérito de Tron (1982) fue armar una historia con simientes de 2001, 1984 y Viaje alucinante al fondo de la mente adaptándola al incipiente mundo de los ordenadores y videojuegos. En la historia del cine, veintiocho años no es un lapso significativo (ese año se estrenaron Blade Runner, Gandhi, E.T, o Tootsie). En informática es equivalente a la Edad de Hierro.

La secuela de ese filme, Tron legacy, apuesta sobre seguro y toma el relevo con limpieza. Kevin Flynn (Jeff Bridges) ha quedado atrapado dentro de la máquina y se lo ha tomado con resignación zen. Su hijo Sam (Garrett Hedlund) entra para librarlo del asedio de Clu, con ayuda de la guapa Quorra (Olivia Wilde). Lo más original es que el villano tiene el rostro de Flynn/Bridges cuando era joven. La fuga está jalonada con carreras de motos, duelos con frisbee, emboscada en club nocturno, huída en tren espacial y combate sideral. La animación ha potenciado los efectos lumínicos (los neones de los trajes y los discos, las estelas de los vehículos). La música es de videojuego puro. Los actores jóvenes muestran fotogenia y convicción, lo único que se pide en este tipo de películas; Jeff Bridges trasluce cierta apatía.

Tron legacy ha perdido el factor sorpresa de su predecesora. A nivel argumental está a años luz de Matrix; a nivel técnico no ha dado un salto adelante como Avatar. Sin embargo, y a su favor, no tiene la pretenciosidad de ambas. Es una película de ciencia ficción producida por la Disney con animación y efectos especiales apabullantes. Sin mensaje, sin pretensiones, violencia muy contenida, superficial, previsible, digna y entretenida.

domingo, 19 de diciembre de 2010

La tercera España

Publicado en Diario de Mallorca el 20/12/10

BALADA TRISTE DE TROMPETA

Nacionalidad: España, Francia, 107 min. Director: Alex de la Iglesia. Actores: Antonio Latorre, Carlos Areces, Carolina Bang, Santiago Segura

La primera película de Alex de la Iglesia con guión exclusivamente propio es un repaso a su filmografía anterior: el humor negro del corto Mirindas asesinas, los delirios de Acción Mutante u 800 balas, el desbarre de El Dia de la Bestia, los subidones de Perdita Durango, la mala uva de La comunidad... Falta, confirmando la tesis, la extremada correción de Los crímenes de Oxford.

Balada triste de Trompeta es una tragicomedia límite. Arranca con un payaso (Santiago Segura) liándose a machetazos en la Guerra Civil. Intermedia con las cacerías de Franco, conciertos de Raphael y el atentado a Carrero Blanco. Cierra con dos payasos (Areces, Latorre) y una funambulista (Bang) colgados de la cruz del Valle de los Caídos, en doble homenaje a Con la muerte en los talones y El día de la bestia. Muestra las dos Españas, vencedores y vencidos; y a los olvidados de la tercera España, estampada en una malviviente y desquiciada troupe circense. La realización es un desfogue cinéfilo y antiortodoxo, con cortes bruscos, grúas despendoladas y copiosos juegos de luces y sombras. La música de Roque Baños sigue los redobles del cineasta. Los actores entran al trapo de la visceralidad e incontinencia del libreto bordando sus registros. Chirría la trama sentimental; siendo tan inverosímil como todo el filme, es la única que suena impostada.

Balada... es una película sin complejos, sin respiro, sin esperanza. Humor negro mate, cóctel recargado de Goya, Buñuel, Hitchcock, Tarantino y el propio De la Iglesia. Zapatazo en la mesa del director y puñetazo a la cara del espectador. No apta para todos los públicos.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Aquellos efectos especiales


Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 16/12/10

(1) “Cuidado con las macros ocultas”. En 1982 los videojuegos eran hiperbásicos, Comecocos, Pong y los marcianitos descendentes. Steven Lisberger imaginó para Tron una aventura dentro de un ordenador, con unos programadores enfrentándose al despótico Control Central de Procesos. La película no tenía la profundidad de 2001, el guión tenía muchas inconsistencias y los actores estaban acartonados. Pero se convirtió en una obra de culto por su avanzadísima animación computerizada, las sugestivas persecuciones en las motos de luz y el logrado suspense. La música era de Wendy Carlos, compositor electrónico que, antes de cambiar de sexo, firmó como Walter Carlos la banda sonora de La naranja mecánica. El protagonista de Tron era un jovencísimo Jeff Bridges. En la secuela actual, Tron Legacy, pasa a un rol secundario pero clave. Desaparece y su hijo le busca. Promete.

(2) “Yo siempre he dicho que esta sociedad es una mierda pero, por desgracia, mi cine y yo navegamos en el barco de esta sociedad. Puede que no sepa dar un golpe de timón a este barco pero, por si acaso, lo que hago es mear siempre en el mismo sitio, a ver si consigo abrir un agujero por el que se termine hundiendo el barco.” Berlanga, añora
do, dixit.

(3) “Stainboy, usando su obvia pericia, fue requerido para investigar la mugre incandescente del suelo…” Tim Burton no ha podido resistir la moda de las redes sociales y los cadáveres exquisitos. Anima a los twiteros, usando la obvia limitación de 127 caracteres, a completar un relato basado en el personaje Stainboy (Chico Mancha) del libro La meláncólica muerte del Chico Ostra (Anagrama 2000). El 6 de diciembre pasaron la criba los afortunados. ¿Publicidad, juego, simiente de una futura película?

(4) “Yo siempre hablo de las contradicciones entre mi tripa y mi cabeza, del caos berlanguiano, pero quizás sea la ambigüedad el concepto que mejor explique mi vida y mi cine. La ambigüedad nace del deseo de estar en todo, del querer ser hombre y mujer a la vez, santo y terrorista… Yo suelo decir que tengo complejo de Dios. Que, como Dios, quiero estar en todas partes.” Berlanga (bis).

(5) Cotilleo final. Se sabe ahora que Steven Spielberg tuvo a tiro dirigir la primera película de Harry Potter. Pero propuso fundir los dos primeros libros y rodarla como película de animación. La Warner se negó y Spielberg se autodescartó. Ahora su productora tirita con la crisis, pasándolas negras para sacar adelante proyectos como el biopic sobre Abraham Lincoln.

señor temporal






El Laguito de L'Olla es un rincón del pueblo de Cala Rajada que (gracias a Dios) es muy poco conocido por los guiris. Os paso un par de fotos de este verano, para que os hagáis una idea de la escala humana y otras del señor temporal (olas de 5+ mts) que había esta mañana.

Pensando en ellas

Publicado en Diario de Mallorca el 15/12/10

TODAS LAS CANCIONES HABLAN DE MI

Nacionalidad: España, 105 min. Director: Jonás Trueba. Actores: Oriol Vila, Barbara Lennie, Eloy Azorin

La saga pervive. Tras su padre Fernando (Opera Prima) y su tio David (La buena vida) Jonás Trueba recurre también a la comedia romántica urbanita para su estreno. Sus influencias son una declaración de principios, innegadas y evidentes: Woody Allen en la realización y Eric Rohmer en el guión. El argumento, con estructura capitular, va de un veinteañero que intenta superar la separación de su novia tras seis años juntos. Recuerda buenos y malos momentos pasados, intenta seguir como amigos, amaga con volver, se enrolla con otras chicas... Lo típico.

Esa relación, esas dudas de ambos ante el futuro, son muy creíbles, les falta chispa, intereses comunes, pero hay química, cariño, complicidades. Otro acierto: el protagonista, a pesar de parecer bastante gris, resulta que después las mata callando. Es culto, sensible, y sabe explotar su melancolía para acabar en el lecho como si no lo buscara. En la faceta técnica, Trueba jr. combina toques de cine europeo (actores hablando a cámara) con las idas y venidas callejeras, asuetos en los parques y el recurso constante a música alegre patentados por el judío neoyorquino (homenaje rematado en el cartel, trasunto madrileño del de Annie Hall). La bisoñez del creador se palpa en citas literarias rozando lo pedante (Pessoa, Pizarnik), diálogos correctos a secas, arritmias argumentales en algún capítulo y sobre todo en la endeblez de los personajes y los actores secundarios (el tío librero, la hermanita de su ex mejor amigo...). Todas las canciones hablan de mi es un más que digno debut dirigido, sin rubor, al público que disfrutó con las películas iniciales de Fernando y David Trueba o las de los maestros citados.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Almas perdidas

Publicado en Diario de Mallorca el 13/12/2010

FRANKLYN
Nacionalidad: Reino Unido, 97 min. Director: Gerald McMorrow. Actores: Eva Green, Ryan Philippe, Sam Riley

El salto del realizador de videoclips Gerald McMorrow a la gran ficción es osado. Franklyn desarolla dos tramas paralelas: Una va de un mundo fantástico (inspirado en Batman, V de vendetta y parcialmente en Watchmen), dominado por una dictadura seudo calvinista, en la que todos los súbditos están obligados a seguir una fe, aunque sea la de las instrucciones de un dentífrico, y a la que se enfrenta un héroe solitario. La otra acontece en el Londres presente, con tres personas sufriendo graves crisis personales, una chica con impulsos suicidas, un chico en busca de una antigua amiga de la infancia y el padre de un tercer joven desaparecido, que aparece al final para ligar la trama fantástica a la presente.

El planteamiento es ambicioso, y eso siempre es loable. El problema es que a McMorrow se le ha ido la mano. Los tres personajes jóvenes sufren patologías neuróticas extremas. La confluencia de los tres está muy bien dosificada, pero no por ello deja de ser sumamente improbable y recurre al cuestionable truco de esconder información esencial para mantener el misterio. El filme invita además a reflexionar sobre la alienación de las religiones, crítica que no acaba de calar por la dificultad de empatizar con los personajes. Un tercer factor es la realización. La factura (fotografía, encuadres, movimientos) es excelente, pero el virado a azul de la trama actual aumenta aún más el distanciamiento del espectador. Sólo con que uno de esos factores hubiera sido más “normal” se habría recobrado la complicidad de la audiencia. Con todo, es una película entretenida y con destacadas actuaciones, como la de Eva Green.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Disciplina escocesa

Publicado en Diario de Mallorca el 7/12/10

NEDS

Nacionalidad: Reino Unido, 124 min. Director: Peter Mullan. Actores: Conor McCarron, Gregg Forrest, Peter Mullan, Louise Goodall,

Con su primer largometraje detrás de la cámara (Las hermanas de la Magdalena) el actor Peter Mullan ganó el león de Oro del Festival de Venecia. Su segundo, Neds, se ha llevado la Concha de Oro y el premio al mejor actor (Conor McCarron) en el último festival de San Sebastian. Mullan vuelve al drama social de época. Esta vez es el Glasgow de los años 70 y muestra como el exceso de represión en las aulas (recurso constante a la disciplina inglesa), la ausencia de fuerzas de seguridad en las calles y el deficiente arraigo familiar crearon el caldo de cultivo para que se desbocara la violencia juvenil. El título del filme es un acrónimo de delincuentes sin escolarizar. El tema no es ni original (Quadrophenia, Rumble fish) ni demasiado trillado. El protagonista es un chico inteligente e introvertido que, por el selvático ambiente de su barrio y el escaso apoyo familiar (padre alcohólico, madre resignada) acaba perdiendo completamente el control. Ese descenso al pozo se fortalece con las buenas actuaciones; soberbio McCarron en su debut como actor, bien apoyado por Mullan como su padre, muy creíbles sus compañeros y profesores. Y se consolida con unos toques de humor negro, como los remedos de Taxi driver en la escena del espejo o Rambo cuando se interna en el barrio enemigo con dos cuchillos de cocina, el delirio con una reproducción de Cristo en el cementerio y algunas acciones de los docentes. El final positivo, la sensación de autenticidad del conjunto y la ausencia de moralina refuerzan la sobriedad y solidez de la película.

El patio trasero de la globalización

Publicado en Diario de Mallorca el 6/12/2010

BIUTIFUL

Nacionalidad: España, Mejico, 147 min. Director: Alberto Gonzalez Iñarritu. Actores: Javier Bardem, Maricel Alvarez, Eduard Fernandez, Hanna Bouchaib

En su primera película tras su ruptura con el guionista Guillermo Arriaga, Alberto Gonzalez Iñarritu mantiene el drama al límite y la permeabilidad cultural pero abandona las historias cruzadas. El título y la localización (Barcelona) son una amarga ironía del contenido: en vez de mostrar la cara glamourosa de la ciudad, como Woody Allen en Vicky Cristina Barcelona, Iñarritu baja a las cloacas del Raval para recordarnos que el tercer mundo, la pobreza extrema, la esclavitud encubierta no están en otros continentes sino en el patio trasero de nuestras casas.

El protagonista (Uxbal/Javier Bardem) hace de puente entre el submundo y el primer mundo. Es un personaje complejo, con una vida personal muy difícil (sin trabajo fijo, dos hijos a su cargo, ex mujer con desórdenes psicológicos) e intensas contradicciones éticas. Al saber que tiene una enfermedad terminal le entra un frenesí por ayudar a manteros africanos y trabajadores ilegales chinos, y al mismo tiempo, sacarles jugo económico para ayudar a sus hijos. Esas discordancias recuerdan bastante a las del protagonista de Carancho. Y la interpretación de Javier Bardem es, como la de Ricardo Darín, excelsa; merecedora de todos los premios que reciba. Bardem está bien acompañado por Eduard Fernandez y la mejicana Maricel Álvarez. Actuación reforzada por el realizador con una potente fotografía y ambientación y una banda sonora de Gustavo Santaolalla que juega entre el lirismo y los sonidos desasosegantes.

Biutiful es encomiable en su denuncia de la injusticia y tiene una factura e interpretaciones magníficas, pero vuelve a caer en los excesos de su director, su gusto por el drama extremo y el hiperdilatado metraje.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Una proposición inusual

Publicado en Diario de Mallorca el 1/12/10

CHLOE

Nacionalidad: Estados Unidos, Canadá, Francia, 96 min. Director: Atom Egoyan. Actores: Liam Nesson, Julianne Moore, Amanda Seyfried

El duodécimo largometraje de Atom Egoyan es un remake de una película francesa bastante reciente (Nathalie, 2003). Película en la que a su vez se aprecian influencias de Egoyan, como en Exotica: la degradación del matrimonio por la rutina, las soledades resultantes y las consecuencias de esas soledades: infidelidades o amagos, resignación, desconfianza. Y los hijos, al hacerse adultos, en vez de atemperar la crisis de la pareja la acentúan, porque les recuerda que fueron jóvenes y vivieron un amor apasionado.

Todo esto se refleja de forma excelente en la primera parte de Chloe. Reforzado por el gran trabajo de los actores. Liam Nesson muy austero (y triste, ya que en las fechas del rodaje falleció su esposa de forma trágica), Julianne Moore revelando con sus ojos el desconcierto de su personaje, Amanda Seyfried explotando sus saltones ojos y su generoso y sugerente cuerpo. La segunda mitad deriva hacia un thriller sexual en la línea de Atracción fatal o Instinto básico: Sexo, obsesión, descontrol, muerte. La realización mantiene un frío glamour, las escenas de sexo son muy elegantes, los actores se contienen; pero se evidencian trampas de guión e inconsistencia de los personajes, sobre todo la joven protagonista. Como meretriz de alto vuelo es muy creíble, su arrobamiento por otra fémina chirría. La candidez del hijo es otro elemento desmasiado trillado. En este tramo se antepone el conflicto y el morbo a la verosimilitud. El desenlace es el corolario del exceso. En conjunto Chloe deja una sensación extraña. Perdonándole su descarriadillo guión, su búsqueda del morbo, queda un aceptable drama matrimonial.

Corta vida al Dogma

Publicado en el suplemento Bellver de Diario de Mallorca el 2/12/10

CINE. Hace quince años nació el movimiento Dogma 95. Dos cineastas daneses, Lars von Trier y Thomas Vinterberg, cabreados por el avasallador rodillo de las superproducciones americanas, propusieron una vuelta a la pureza del séptimo arte. Aprovechando un evento en París expusieron un decálogo de los requisitos que debía tener el cine puro, buenas y sencillas historias, limpias de pirotecnias, efectos especiales y egos.

Era una provocación. Sus promotores lo calificaron como un nuevo extremismo y bautizaron los requisitos como votos de castidad: 1) Rodar en exteriores; 2) Sin banda sonora; 3) Cámara en mano; 4) Color; 5) Prohibidos filtros y trucajes; 6) Ausencia de “acción superficial” (muertos, armas…); 7) Prohibidos saltos temporales y geográficos; 8) No se aceptan películas de género; 9) No video, sólo celuloide de 35 mm; y 10) El director no aparecerá en los créditos.

Para dar ejemplo, Vinterberg y von Trier (a los que se unieron poco después Kroostian Levring y Soren Kragh-Jakobsen) oficializaron el Colectivo Dogma 95, expidiendo certificados y rodando sus siguientes películas acorde a esos votos. Celebración, de Vinterberg, ganó en 1998 el Gran Premio de Cannes; al año siguiente Los idiotas de von Trier tuvo también un gran éxito.

La idea era buena, pretendía fomentar el cine de autor barato, sin pretensiones y centrado en el contenido. Pero se les fue la mano con el decálogo, que tenía un tufillo a Rebelión en la granja, lleno de contradicciones, subjetivismos y ambigüedades: Rechazaron El proyecto de la bruja de Blair por ser “de género” pero ellos mismos se saltaron las normas, rodando en video (Celebración y Los idiotas) e incluyendo momentos pornográficos en la segunda. Lo de la cámara en mano era esnobismo. La renuncia a la autoría era más propio de la Revolución Cultural de Mao que del libertarismo latente en la propuesta. Y espúreo, porque sabían que los productores y distribuidores acabarían publicitando al director. Además, para no caer en la unidad total de espacio-tiempo (lo que hizo Hitchcock en La soga) permitían un cierto lapso de tiempo y el consiguiente juego de montaje, abriendo una pequeña puerta a la manipulación.

El nuevo extremismo se quedó en eso, extremismo. Atrajeron a directores de otros países, se hicieron algunas películas excelentes (Mifune, Italiano para principiantes), siguieron expidiendo certificados y se desvanecieron poco a poco. En Estados Unidos salió incluso un movimiento de contestación, el Dogpile95, reclamando las películas de serie B de la productora Troma como el cine más auténtico de todos.

Reflexiones finales. Es cierto que el mercantilismo de las superproducciones ha arrinconado a buenos autores y buenas historias. Que en la época de McCarthy, con muchísimas restricciones, se hicieron un montón de obras maestras. Y que el purismo artístico excluye a autores y una porción importante de la audiencia que no comulgan con muchos de esos votos de castidad. Un ejemplo: el díptico de Richard Linklater (Antes del amanecer, Antes del atardecer) es 100% Dogma aunque sin certificados; dos películas sencillas, austeras y redondas. Y una pista: Lars von Trier fue el primero en abandonar el barco, ¿coartaba su talento?